Es una especie endémica de Chile y Argentina, muy poco estudiada, que crece en la zona cordillerana.
El radal enano es una especie endémica de Argentina y Chile, que crece principalmente en las termas de Chillán y el volcán Antuco.
La Dra. Alejandra Zúñiga Feest, académica del Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la Universidad Austral de Chile (UACh), y del programa de Doctorado en Ciencias, mención ecología y evolución de la misma casa de estudios se encargará de estudiar esta especie. Indicó que no se sabe cómo cultivarla desde semillas y cómo aumentar su presencia en las zonas en la que está creciendo actualmente.
Zuñiga agregó “justamente, porque no se sabe nada es que queremos estudiar esta especie, ya que es una de las pocas que puede crecer en las partes más altas de la cordillera, sobre sustratos volcánicos recientes, como es el caso en Antuco, donde esta especie es la única que puede crecer a mayor elevación”.
Cristian Echeverria y Nicolás Rodríguez, investigadores del Laboratorio de Ecología de Paisaje, Universidad de Concepción, han indicado que su principal amenaza es el ramoneo. Los mismos autores, señalan que un 34% del radal enano se encuentra inmerso en zonas con cobertura de bosque nativo, principalmente asociado a especies como maqui (Aristotelia chilensis) y coigüe, (Nothofagus Dombeyi). Los restantes puntos de presencia se encuentran asociados a coberturas de matorrales en sectores altos de la Cordillera de los Andes, algunas veces con presencia de radal (Lomatia hirsuta), otra especie de la misma Familia.