Felipe Baeza Lehnert es graduado del programa de Doctorado en Ciencias, mención Biología Celular y Molecular de la Facultad de Ciencias UACh, y, recientemente, fue galardonado con el premio Federico Leighton 2022 que concede anualmente la Sociedad de Biología Celular a la mejor tesis de Doctorado.
«Control no-canónico de la Energética Neuronal por la Bomba de Na+/K+ ATPasa», se tituló la charla que realizó este jueves 22 de diciembre Felipe Baeza, ex estudiante de pre y postgrado de la UACh y que actualmente trabaja para el Instituto de Fisiología Carl Ludwig en la Facultad de Medicina de la Universidad de Leipzig, Alemania.
La investigación presentada forma parte de su trabajo doctoral realizada en el Centro de Estudios Científicos (CECs) en Valdivia, y está basada en la comprensión de los mecanismos en el control de los flujos energéticos celulares, en específico, cómo el metabolismo energético neuronal se adapta agudamente a la demanda energética gatillada por neurotransmisión.
Según lo explicado por el Dr. Baeza, tradicionalmente, y a partir de experimentos bioquímicos y respirométricos realizados con enzimas purificadas, mitocondrias aisladas y suspensiones celulares, se cristalizó el dogma que el control energético celular es dependiente de la concentración de adenosín difosfato (ADP), a través de un mecanismo que se ajusta al concepto ingenieril de retroalimentación.
“Provisto de un abanico de sensores genéticamente codificados basados en FRET, capaces de censar el estado metabólico neuronal, y un protocolo ad hoc para determinar cuantitativamente la carga energética impuesta por neurotransmisión, con resolución temporal de segundos y a nivel de célula única, observamos que el ADP se mantienen invariable durante actividad sináptica, mientras que los flujos de producción y consumo de ATP se incrementan aproximadamente en dos veces. Estos hallazgos, en contraposición a la idea convencional del control energético, nos permitieron descartar al ADP como la variable regulatoria en un contexto celular, y testear otras alternativas”, indicó Felipe Baeza.
Finalmente, consultado por su experiencia en el Doctorado en Ciencias, mención Biología Celular y Molecular, el especialista indicó, que, sin duda, un aspecto relevante de su paso por el programa es la relación y comunicación que se puede establecer con académicos y académicas. “El poder conocer su trabajo de manera cercana y poder entender lo que hicieron y cómo lo hicieron es lo más importante. Es un grupo de académicos y académicas muy cercano, con los cuales uno puede conversar y discutir la ciencia y lograr captar cómo se hace ciencia realmente. Ese es el gran plus, las personas hacen la diferencia”.